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¿Dónde mero está Cancún? La geografía a fondo
Cancún, ese nombre que suena a vacaciones y a Caribe, es para México una pieza clave en el rompecabezas geográfico, económico y cultural. Para entenderlo de verdad, hay que sacar la lupa y ver su mapa. Como apasionado de la geografía de mi país, les puedo decir que su ubicación no es casualidad. El mapa lo sitúa en la puntita noreste de la Península de Yucatán, en nuestro querido estado de Quintana Roo. [3] Esto lo convierte en la puerta grande al Caribe Mexicano. Sus coordenadas, para los más clavados, andan por los 21°09′41″ latitud Norte y 86°49′29″ longitud Oeste, [3] en pleno trópico, lo que explica su calorcito sabroso y también el respeto que le tenemos en temporada de huracanes. Al ver la cartografía de la región, es evidente su cercanía con Cuba y Florida, un puente natural para el turismo y las ideas. La ciudad es la cabecera del municipio de Benito Juárez, [14] y sus fronteras o 'linderos', como decimos por acá, son bien interesantes. Al norte, se codea con Isla Mujeres, con quien comparte hasta la zona metropolitana. [14] Al oeste, limita con Lázaro Cárdenas, una zona más tranquila y rural. Hacia el sur, está su vecino más joven, Puerto Morelos, que hasta 2016 era parte de su territorio, un cambio que redibujó los mapas de la zona. [14] Y al este, su frontera es la más espectacular de todas: el Mar Caribe. Esta costa no solo es bonita, es una fuente de trabajo, pesca y hogar del segundo arrecife más grande del mundo. Recuerdo la primera vez que vi un mapa de planeación de FONATUR de los años 70; era increíble ver cómo imaginaron esta metrópoli en medio de la selva virgen. Eligieron este sitio tras analizar con computadoras un montón de variables: playas chulas, cercanía a ruinas mayas y chance de construir un aeropuerto de primer nivel. Antes de eso, aquí solo vivían unos cuantos pescadores. Lo que vemos hoy es el resultado de un plan maestro. El suelo de Cancún es casi plano, una planicie de roca caliza (o kárstica) que emergió del mar hace miles de años. [8] Esta característica es la razón por la que no vemos ríos en la superficie; el agua se filtra y corre por debajo, formando esa red de ríos subterráneos y cenotes que hacen única a la península. Los mapas oficiales del INEGI son la biblia para entender esto, [39] mostrando no solo los límites sino también la infraestructura clave, como el Aeropuerto Internacional de Cancún, que es un hervidero de gente todo el año. Es imposible hablar de la ubicación de Cancún sin mencionar su famosa Zona Hotelera, esa franja de tierra en forma de '7' de 23 kilómetros que abraza a la Laguna Nichupté. [4] Ahí es donde está toda la acción turística. En resumen, la ubicación de Cancún es una mezcla perfecta de regalos de la naturaleza y una planeación con visión de futuro. Entender dónde está es el primer paso para valorar todo lo que esta ciudad representa.

El rompecabezas de Cancún: Mapa y división territorial
Déjenme les platico algo que como geógrafo me vuela la cabeza de Cancún: su diseño urbano. Es un caso de estudio de cómo se puede construir una ciudad desde cero y cómo esta crece a un ritmo vertiginoso. Para entender cómo funciona, hay que ver su mapa de división territorial. Cancún es la ciudad más grande de Quintana Roo y la cabeza del municipio de Benito Juárez. [3] Este municipio se creó oficialmente en 1975, [19] y aunque antes era más grande, la separación de Puerto Morelos en 2016 le dio la forma que conocemos hoy. [14] La ciudad se divide, a grandes rasgos, en cinco zonas principales. La primera, y la que todo el mundo conoce, es la Zona Hotelera o Isla Cancún. [4] Como se ve en cualquier mapa, es una lengua de tierra de 23 km con forma de '7', [4] repleta de hoteles de lujo, plazas comerciales y playas públicas famosísimas como Playa Delfines (¡la del mirador!). Todo está conectado por el Boulevard Kukulcán. La segunda zona es 'El Centro', el corazón de la ciudad donde vive la mayoría de la gente local. Su diseño es único, basado en 'supermanzanas'. Imaginen grandes cuadros delimitados por avenidas principales como la Tulum o la Yaxchilán, y adentro, calles más tranquilas con parques, casas y tienditas de barrio. La idea era crear comunidades y mantener el tráfico pesado fuera de las zonas residenciales. Aquí encuentras el Palacio Municipal y la vida real de los cancunenses. [3] La tercera zona es Puerto Juárez, que en realidad es el poblado original, de antes que existiera Cancún. [14] Hoy es un barrio con un aire de pueblo pesquero, desde donde salen los ferris para Isla Mujeres. Luego tenemos la Franja Ejidal. Estas eran tierras de propiedad comunal que poco a poco se fueron urbanizando. En el mapa, se ve como la zona de expansión de la ciudad, con un crecimiento a veces más caótico que el del centro planeado. Por último, están las localidades rurales como Alfredo V. Bonfil, que aunque están pegaditas a la ciudad, todavía guardan su propia identidad. [14] Todo esto lo gobierna un Ayuntamiento, encabezado por un Presidente Municipal, que se encarga de que la ciudad funcione, desde recoger la basura hasta planear el crecimiento urbano. [24] Y vaya que han tenido trabajo, porque el crecimiento de gente ha sido una locura. Pasó de ser un pueblito a tener casi un millón de habitantes según el censo de 2020 del INEGI. [3, 14] Es un verdadero fenómeno que he seguido de cerca por años, impulsado por el turismo que atrae a gente de todo México buscando una oportunidad. Este crecimiento constante es el mayor reto para mantener el orden y la planeación. El mapa de Cancún no es estático, cambia todos los días con nuevos fraccionamientos y colonias. Es un documento vivo que cuenta la historia de una transformación increíble.
El alma de Cancún: Su geografía, agua y gente
La geografía de Cancún es la que manda. Es la que define sus paisajes, su naturaleza y hasta su forma de ser. Si le echamos un ojo a un mapa geográfico, vemos un terreno único en México. Lo más notable es que Cancún está sobre una plataforma de piedra caliza, una planicie kárstica casi completamente plana. [9] Imaginen una especie de esponja de piedra gigante. Esta roca porosa es la razón por la que aquí no hay ríos. [16] El agua de lluvia se va para abajo, creando un mundo subterráneo de ríos, cuevas y, por supuesto, los famosos cenotes. Estos ojos de agua dulce eran sagrados para los mayas y hoy son una de las maravillas que nos regala la península. La hidrografía, aunque escondida, es riquísima. La joya de la corona es el Sistema Lagunar Nichupté, un conjunto de siete lagunas que suman unas 3,000 hectáreas. [15] Este sistema, que se ve perfecto en el mapa, está separado del mar por la delgada línea de la Zona Hotelera, [4] y se conecta con él por dos canales, el Sigfrido y el Nizuc. [15] Esta mezcla de agua dulce y salada crea un ecosistema de manglar que es pura vida: es la guardería de muchísimas especies marinas y nuestro escudo natural contra huracanes. El clima es otro de sus grandes atractivos. Es tropical, calientito todo el año, con una temperatura promedio de 26°C. [3] Tenemos una temporada de lluvias de mayo a octubre y una más seca el resto del año. [7] Pero este paraíso también tiene su carácter. Está en la ruta de los huracanes, y fenómenos como Gilberto en el 88 o Wilma en el 2005 nos han recordado la fuerza de la naturaleza y han moldeado el espíritu resiliente de su gente. Y hablando de gente, las estadísticas son para no creerse. De ser un lugar con un puñado de habitantes en 1970, hoy roza el millón de personas. [3] Es un crecimiento impulsado casi en su totalidad por el turismo, que representa más del 80% de la economía local. [38] Millones de viajeros, sobre todo de Estados Unidos y Canadá, aterrizan cada año en su aeropuerto, el segundo con más movimiento de todo México. Instituciones como la CONABIO hacen una chamba vital para cuidar este tesoro, promoviendo la conservación de los arrecifes y manglares ante la presión del desarrollo. [31] Si quieren saber más, échenle un ojo a su portal en gob.mx/conabio. En fin, la geografía de Cancún nos cuenta la historia de una ciudad de contrastes: un paraíso natural con una geología única, un clima que enamora pero a veces impone, y un centro de gente y dinero que no para de crecer. El gran reto es cuidar sus recursos, como el agua subterránea y la salud de sus lagunas y arrecifes, para que Cancún siga siendo esta maravilla por muchos años más.